ANDALUCÍA EN LA MOCHILA

Ya sé que el título os puede recordar a uno de esos fantásticos reportajes del amigo Labordeta, pero va a ser que no…. Este post va dedicado para los jefes de mi empresa, así es, es una queja para “los de arriba”, los que mueven el cotarro en esta cosa que llaman Educación… os voy a relatar lo bien que se vive siendo profesor interino, para que luego digan que el sueldo nos lo regalan.
Este curso supone un año decisivo para mí, pues se convocan nuevamente oposiciones, y es casi mi última oportunidad de entrar en el maravilloso mundo de los FUNCIONARIOS, ya que si no consigo plaza (sí, lo he dicho bien, conseguir plaza, pues ya no se trata de aprobar, de hecho aprobé en 2008). Y es que la cosa está más mal de lo que parece: a la vista de todo el mundo, parece ser que “todo va bien”, se ha planteado una Ley de Calidad de la Enseñanza, van a repartir ordenadores para que los alumnos tengan Internet, se va a compensar con becas de 6.000 € para luchar contra el absentismo escolar, los programas de gratuidad de libros, joer, ¿¿¿qué guay, no???
Pero ya este es mi tercer curso como docente en la enseñanza pública, y no todo es tan de color de rosa como nos quiere hacer ver la Consejería de Educación… Hay muchísimas cuestiones a debatir, aunque yo me voy a centrar en una que a mí personalmente me toca de cerca, y es el de la estabilidad laboral y la dignidad del profesorado. En primer lugar está el “chollo” que varias academias y demás están teniendo gracias a nosotros: “que si cursos homologados para puntuar”, “cursos de reciclaje y formación continua”, academias “expertas” en preparar oposiciones, un chollazo que el que más y el que menos tiene que “pasar por el aro” si quiere ganar “méritos” (o comprarlos, diría yo).

A eso se suma la situación de “provisionalidad”, que al profesorado interino crea muchísimos problemas, tales como estar con compañeros que como mucho, tendrás durante un curso, llevar a cabo proyectos que no has elaborado, o pedirlos y que el próximo curso lo “disfruten” otros, como el caso de las “aulas viajeras” que solicitó una compañera mía del curso pasado, y que se la concedieron , pero para cuando ella ya no iba a estar; el cambiar de alumnado cada dos por tres, a lo que ni tú, ni mucho menos los chavales, se adaptan (este curso pasado, los chavales de tercero han llegado a tener 5 profesores de tecnología, sin ir más lejos); Como diría Miguel Ángel Santos Guerra, Catedrático de Didáctica de la Universidad de Málaga, en un artículo publicado en fase-CGT.es “No tienes raíces. No eres un árbol bien arraigado en la tierra, sino una maceta que se coloca en un lugar u otro según las exigencias y necesidades del sistema. Tus palabras, tus actitudes, tus actuaciones, tus votos están condicionados por tu condición de provisional. Parece que tienes menos categoría profesional que los demás. Porque en tu centro ya hay funcionarios fijos propietarios de la plaza y compañeros que tienen una situación estable. Tú eres un simple interino. Un profesional que “ya, pero todavía no”… “Tu corazón no puede agarrarse con fuerza a las personas porque pronto tendrás que desprenderte y despedirte de ellas. Te resistes a encariñarte con el centro, con los compañeros, con los alumnos, con las tareas porque pronto tendrás sobre el corazón el desgarro de tener que dejarlo todo... Y a empezar de nuevo… Tu paso por el centro será un pequeño recuerdo, una estela fugaz. Te recordarán por algunas cosas que dijiste, por algunas cosas que hiciste, pero muchos ni siquiera se aprenderán tu nombre y serás, sencillamente, el interino".
Y es que estas palabras, resumen claramente la situación de los casi 20.000 docentes andaluces, que servimos lo mismo “pa un roto que pa un descosío”, pero que después se nos niegan muchísimos derechos, se nos considera “inferiores” al profesorado de “plantilla”, incluso la mayoría nos cuestionamos nuestra vida personal, pues no tenemos asentamiento fijo, crear una familia supone que nos toque vivir a 500 Km de los tuyos, te los piensas 1000 veces antes de tener descendencia, y es que en definitiva, está clara una cosa, que en todas partes, no es lo mismo un contrato indefinido que uno por obra y servicios…
Y claro está, el profesorado interino lo tiene jodido, pero es que al alumnado también le afecta, aunque nadie lo crea, pues es que cuando “les coges el truco” o ellos “se acostumbran a ti”, cuando todo está perfecto, tienes que irte por la puerta de atrás, y volver a poner ladrillos en otro lugar… y es que uno se acaba hartando de empezar de nuevo en todas partes…

Por otra parte, está el tema de la dignidad docente: muchos centros TIC, muchas aulas específicas de apoyo a la integración, Adaptaciones Curriculares, que bien, para ayudar a los chavales que “no pueden”, pobrecicos, también tienen derecho… ¿¿¿pero que pasa con ese profesor que llega a una clase de primero de la ESO con 30 alumnos de ratio, de los cuales, 5 tienen ACI, 3 son alumnos de integración con problemas físicos o psicológicos, 2 son hiperactivos, 4 de etnia gitana y otros 5 son extranjeros y apenas hablan español??? Y para colmo, llega el jefe o la jefa de estudios de turno a gritarte delante de tus alumnos en la clase, quitándote la poquita autoridad que te queda, ya que claro, el interino es una mierdecilla, un cero a la izquierda que no tiene voz ni voto, ni siquiera en las sesiones de Evaluación, aunque seas tutor de un grupo… después toca “bregar” con alumnos problemáticos, que no los quieren ni en su casa, y que si te atreves a mirarles a los ojos mientras te sueltan algunas de “sus perlas” les estás desafiando y tratan de quedarse con la matrícula de tu coche para hacerle una jugarreta…
A eso le sumamos, unos inspectores de educación que se conforman con cargarse el Amazonas con tanto papeleo y tanta burocracia, pero que siguen desconociendo la realidad de las aulas, unas familias cada vez menos implicadas en la educación de sus hijos, y que existe cierto rumor de futuro decreto que nos quiere “echar” de la lista, y que todo el tiempo de servicios prestados para ahorrarles quebraderos de cabeza a la administración, yendo de aquí para allá, caiga en el olvido, y que la experiencia ya no sirva como baremo en un trabajo cada vez menos vocacional y más “cómodo”, sobre todo por las vacaciones y el horario de trabajo, cosa más que suficiente para que personas opten por la enseñanza como vía para conseguir un trabajo estable y duradero, ¡¡¡duradero, jajajajajajajajaja!!! Conseguid plaza y luego hablamos(a ver si este es mi año…).