martes, 23 de diciembre de 2008

EL PORTAL DE BELÉN (llevan 9 años esperando...)

Tras 9 años del fallecimiento de mis abuelos paternos, mi madre y yo decidimos que ya era hora de sacar las polvorientas cajas donde guardamos las figuritas de nuestro Belén y los adornos del árbol navideño.

Estas figuras tienen más de 20 años. Mi madre iba comprando todos los años figuritas y animales nuevos para añadirle en la papelería de la Pepi (nombre original: Torresblancas, por la urbanización, pero la llamábamos así pues era el nombre de su dueña, gran amiga de la familia y la que nos ha abastecido durante mi infancia de libros para el cole, materiales, regalos, etc., antes de la llegada de los "20 duros"...).

Como podéis ver, no faltan animalitos, plantas, personajes, etc. El cielo no es el original, pues de tantos años, se estropeó mucho, y le hemos puesto uno nuevo. Tampoco la montaña es la original: mi madre utilizaba un tronco hueco de palmera y lo forraba con papel marrón de correos, después le echaba spray de nieve, y todo iba montado en el hueco de la escalera, donde se ubica la C/ Forever....

En cuanto al árbol de navidad, tampoco es el que teníamos originalmente, aunque ya tiene 10 años por lo menos. Nuestro primer árbol era uno de esos raquíticos hecho con palo de madera y las ramas muy separadas unas de otras, pero a mi hermano y a mí nos encantaba, pues mi madre le ponía tantos adornos, que para nosotros era el árbol más precioso del mundo...
Recuerdo que mi abuela Paca, cada vez que lo montábamos, se quedaba un gran rato mirándolo, pues a ella le gustaban mucho las figuritas, y le cantaba canciones y villancicos al Belén durante un rato... además, era tan buena conmigo, que dejaba que yo le montase otro Belén de plastilina hecho por mí en su "mueble celeste", mueble que me encantaba revolver de niña en busca de faldas para disfrazarme de cuando mis tías eran pequeñas, cajas de medicinas para jugar a las farmacias, o algodón para hacer trabajos manuales para el cole, entre otras cosas.

Mi madre vivía cada instante de montar el Belén y el árbol tanto o más que nosotros, e incluso se subía a gatas por el hueco de la escalera para que el portal acaparase todo el sitio, quedando un Belén chulísimo, con deciros que este que hemos puesto ocupa la mitad, os podéis hacer una idea....

Tras varios años esperando, el Belén y el árbol han vuelto a salir y a lucirse, con la samaritana, los animalitos, los pastores, la anunciación, los reyes, el "cagón", etc., pero lo que más ilusión me ha hecho, después de tantos años, es ver la cara de ilusión de mi madre nuevamente, poniendo todos los adornos, las figuritas, y tras todo eso, quedarse mirándolo un gran rato, recordando los tiempos pasados que ya nunca volverán, pero que en nuestra mente permanecerán para siempre....

3 comentarios:

Moïra dijo...

me siento muy muy identificada con tu historia!!!! Me he emocionado, y no es broma. Yo cuando era pequeña ahorraba monedas un mes antes de navidad para ir a los 20 duros y comprar cosas para ampliar el belén. Mi madre y yo, el día que nos poníamos a montarlo, nos marchábamos de excursión por la montaña a buscar musgo verde, tierra, arbustitos, y troncos o piedras para hacer la cueva.
Ahora todo ha cambiado abstante...pero nos pasamos siempre, cada año, una tarde haciendo NEULAS (que vienen a ser como copos de nieve con papel recortado, haciendo miles de formas) o haciendo estrellas de barro para colgarlas en la lámpara del comedor. El Belén... Solo ponemos el nacimiento y encima de un pañuelo antiguo. Y lo del arbol...se ha perdido.
Disfruta del Belén y gracias por hacerme recordar cosas bonitas!
MUAKS!

el trampero dijo...

Nunca he estado muy ligado a esas tradiciones. Ya desde pequeño he sido bastante pragmático y solo he mostrado interés por las cosas que podían demostrarse empíricamente. Yo en el belen solo veo miniaturas, cosa que me fascina, pero nunca ha significado nada especial. Históricamente creo que no tiene ningún valor, en mi humilde opinión, pero también creo que la gente necesita apoyarse en alguna creencia sobre todo en estas fechas.
Creo que el belen tiene mucho más valor como obra creativa que cualquier otra cosa.
De todos modos, es bueno tener tradiciones familiares y que vayan pasando de generación en generación, socialmente es más interesante.

PAKY dijo...

Para "Moïra": me alegra haber despertado ese sentimiento, y es que mi infancia fue tan bonita, que cada vez que tengo oportunidad de poner alguna referencia a ella, lo hago para compartir momentos que se han ido. Para el trampero, me gusta la gente que va "contracorriente", y uno de los motivos por los que a mí personalmente me gustan los belenes, es, obviamente, por las miniaturas, ya que yo tampoco soy creyente católica, pero este es especial porque es parte de mi vida, concretamente de mi infancia, que es a la que hago referencia, al igual que cuando hablo de mis juguetes, de la música de los 80, y de todo lo que me recuerda la "buena vida" que me ha tocado vivir. Gracias a los dos por vuestros comentarios, y ¡FELICES FIESTAS!